• IMPULSANDO LA COMPETITIVIDAD Y DESARROLLO SOSTENIBLE

     

     

    • Boletín Septiembre 2017

      MENSAJE DEL PRESIDENTE

      DESASTRES NATURALES

      Desde la Cumbre de Estocolmo de 1972 en la cual las naciones decidieron dar prioridad a las cuestiones relacionadas con el Medio Ambiente, Cambio Climático y el Calentamiento de la Tierra, así como la atención a conceder a los Desastres Naturales, ha existido reiteración en las Cumbres sucesivas de Río de Janeiro (1992), Nueva York (1997), Kyoto (1998), Johannesburgo (2002), Nairobi (2006), Bali (2007), Copenhague (2009) y Paris (2015), en las que se ha ido introduciendo a través del tiempo el tema de adaptación al cambio climática, debido a la presencia cada vez mas frecuente de eventos climáticos extremos con efectos más impactantes a la vida humana, daño geográfico e impacto económico.

      Todo Desastre natural, cualquiera que sea el área geográfica donde tenga lugar y la clase e intensidad del mismo, perturba la vida de los seres humanos y les deja huellas de destrucción, profundo dolor, impotencia y largos periodos de recuperación y reconstrucción, estas situaciones se hacen evidentes con los recientes huracanes ocurridos en la región del caribe, los Estados Unidos y el terremoto de México. El reto, según Naciones Unidas, es que las pérdidas que ocasionan los desastres naturales van en aumento, acarreando graves consecuencias para la supervivencia, la dignidad y los medios de vida de los seres humanos, en particular los grupos más vulnerables, retrasando el desarrollo económico de una nación. El riesgo de desastres es un motivo de creciente preocupación mundial, ya que su impacto y acción en una región pueden repercutir en los riesgos de otra, y viceversa. Ello, sumado a la vulnerabilidad exacerbada por la evolución de las condiciones demográficas, tecnológicas y socioeconómicas, la urbanización no planificada, el desarrollo en zonas de alto riesgo, el subdesarrollo, la degradación del ambiente, la variabilidad del clima, el cambio climático, las amenazas geológicas, la competencia por los escasos recursos y el impacto de epidemias, presagia un futuro de amenaza para la economía mundial, el desarrollo sostenible de los países y en específico para los diferentes estratos poblacionales.

      Con respecto a los desastres naturales, las empresas deben estar preparadas, con planes de continuidad de negocio que permita hacer frente a estos eventos climáticos para poder enfrentarlos y asegurar que la empresa continúe operando y sobre todo apoyar la protección de la vida de sus colaboradores.

      Es por eso, que nuestras organizaciones deben continuar y mejorar sus planes de contingencia ante desastres naturales, informar y educar a sus colaboradores e inducir un mecanismo de gestión del riesgo y continuidad del negocio que se extienda a sus colaboradores, para de esta manera tener herramientas que permitan la adaptación a esta realidad y lograr menores efectos en los negocios, que causen perdidas económicas y humanas impactantes.

      ¡Menos preocupación por el futuro, cierto o no, y más atención al doloroso peligro presente, que sin duda existe!

       

      YUSUF AMDANI

      Presidente de la Junta Directiva del CNP+LH